Llega febrero y con ello un acontecimiento que para la Asociación es motivo de alegría sin límites. Aire Libre ha cumplido muy recientemente 17 años, que se dicen pronto.
Y desde aquí no creemos, ni queremos, que lo principal deba ser recibir infinidad de felicitaciones no, lo más importante ahora mismo es dar las gracias a todos los que un día del siglo pasado, allá por 1996, pusieron la semilla que sigue actualmente germinando con unos brotes de ilusión y entrega que difícilmente podría alguien cortar. A todos aquellos que han confiado en nosotros, jóvenes e inexpertos que hemos ido madurando a una velocidad impensable para la mayoría. Y por supuesto, a esos pequeñajos (o a los padres de los mismos) que hacen que tengamos un sitio en el Colegio y que cobre sentido lo que hacemos; ese "trabajo" tan gratificante como lo es dar sin recibir, todo ello, sonriendo.
Hay mil y una historias, anécdotas, experiencias, oraciones, juegos, talleres, veladas que se han ido "repitiendo" año tras año de la misma manera, con el estilo que Aire Libre ha ido conformando, pero...con distintos protagonistas e incluso en diferentes escenarios. Diecisiete años ininterrumpidos educando chavales de manera altruista dicen bastante...por eso seguimos adelante y seguiremos dando lo mejor de nosotros, porque creemos en este estilo de vida basado en la naturaleza y el buen hacer que Dios nos enseña cada día.
No podría irme de aquí sin pedirle a San Antonio María Claret que nos siga acompañando hasta al menos...la mayoría de edad.
Un abrazo inmenso a todos los que entonarán el archiconocido "Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz..."
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